Carta de Augusto Blanca

SERGIO ROMERO
Hace dos años, en mi penúltimo viaje a la Argentina, esta vez con un concierto en compañía de Pepe Ordás, otro trovador cubano, fuimos invitados a actuar en un lindo lugar en La Plata: El café de los poetas, alli me presentaron a un un trovador y por supuesto lo invitamos a escena…y cual no seria la grata sorpresa al descubrir que no era un simple trovador…estábamos en presencia de un compañero cantor, TROVADOR así, con mayúsculas, que comenzó cantando su musicalización de un poema de H. Lima (Gente) que nos emocionó en gran medida, cantó varios temas suyos llenos de fuerza y candidez a la vez y terminamos cantando a duo un tema mio que él se sabia a la perfección…”El tercer deseo”, en fin noche de esas que se nos quedan grabadas muy dentro para toda la vida,
A mi regreso de Argentina fue que realmente lo conocí y pude ponerme a escuchar sus canciones con detenimiento a tal manera que su disco se me ha convertido en recurrente y cada vez me gusta mas.
En el último viaje lo volvimos a ver y nos encontramos en varias ocasiones, aunque no como yo hubiera querido, por estar ambos bien ocupados…pero sigo pensando que este trovador-ser humano tiene mucho que decir, que partiendo de su realidad rompe fronteras y se universaliza, pues además de ser muy buen poeta-trovador es un excelente interprete, fresco y carismático de talla superior al que le deseo y le auguro un futuro bien sonoro y lleno de las responsabilidad que significan ser un cantor que pone el alma en cada canción.
Augusto Blanca.
Cuba, un dia diciembre del 2005